Se inicia el recorrido en el municipio de Pitarque. Una vez que hemos salido del pueblo, caminaremos junto a huertas y campos, en su mayoría abandonados. La ermita de la Virgen de la Peña marca el ecuador del camino. A partir de este punto, la senda discurre encañonada entre los altos muros de piedra modelados por el curso del río. Aparecen chopos (Populus nigra), sauces (Salix sp.), avellanos (Corylus avellana) y mostajos (Sorbus aria). Pasada la antigua central hidroeléctrica, el valle se estrecha y la vegetación se vuelve más densa. Más adelante, un puente de hormigón nos permitirá cruzar a la otra orilla del río.

El Nacimiento del Río Pitarque es el producto del afloramiento en superficie de las aguas que circulan por el acuífero subterráneo, en ocasiones con caudales de hasta 1.500 litros/segundo. La primera surgencia que encontramos es la denominada “chimenea”, donde el agua cae en una impresionante cascada cuando el régimen de precipitaciones lo permite. Más adelante encontramos, la surgencia del Ojal de los Planos, y en la margen contraria el Ojal de Malburgo, considerada la surgencia principal, aunque el verdadero nacimiento del río Pitarque se localiza en la cueva de Boca Negra ya en el término municipal de Fortanete.

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